Decidí dedicar diciembre a las fiestas, Navidad y Año Nuevo y hacer todo relacionado con ellas. Me encanta el final del año por que hay muchas celebraciones para poder despedirlo y empiezan a salir todos estos rituales para despedir el que pasó y empezar el nuevo lo mejor posible, además de poder ver y compartir con toda la familia y amigos en instancias que están llenas de amor y felicidad.
Hablando de rituales y tradiciones, éstas últimas semanas me he estado acordando de una tradición que hace muchos años no veo a mi familia o amigos practicar. Cuando era chica, no tenía mas de 8 años para todas las Navidades/Años Nuevos, mi mamá y/o abuela compraban una cantidad considerable de tarjetas de Navidad (yo podía elegir algunas cuando me llevaban ¡yei!) para enviar a todos nuestros cercanos y los no tanto, una saludo Navideño y de Año Nuevo. Se sentaban toda una tarde o mañana, a veces mas de una, a escribir una lista de quienes serían los, a mi gusto, afortunados de recibir una de ellas y con mucha paciencia y amor escribían a mano los mensajes, para luego meterlas en un sobre blanco, escribir la dirección y pegarles una estampilla. Esa era la parte mas entretenida para mí… lengüetear la estampilla y pegarla en el sobre (jajaja). No eran mensajes particularmente largos o elaborado, pero se esforzaban por poner palabras de amor y alegría en honor a la fiestas.
A medida que fue pasando el tiempo, no sé muy bien que pasó, me imagino que se fueron achicando los presupuestos para las celebraciones y cada vez compraban menos y menos tarjetas y le ponían menos atención al mensaje que escribirían y buscaban comprar algunas tarjetas que ya vinieran con un mensaje con algo de significado escrito, con el fin de poder solo firmarlas, hasta que llegó un minuto que ya no se mandaron más y esta linda tradición de repartir amor, se perdió. A ratos me da por sentir que con la pérdida de esta tradición tan simple, se perdió también el real espíritu navideño de enviar amor a nuestras familias, amigos y conocidos y que nos sumergimos en la ruedita del consumismo colectivo donde llenamos a las personas con regalos materiales mas que con mensajes con algo de significado.
¡Dicho eso! Después de pensar un buen rato en que podría compartirles de regalo para estas hermosas fiestas, tomé la decisión que desde este año en adelante, mi familia retomará este lindo gesto, con un giro un poco mas moderno y actual y les haremos llegar a todos nuestros familiares, amigos, cercanos y no tanto una e-card con un deseo Navideño y de Año Nuevo. Algo simple que les haga sentir que los recordamos y parte de nuestra pequeña familia y por ahí le saque una sonrisa y el sentimiento de ser amado a alguno que lo necesite.
Hice un pequeño brainstorming con respecto a como lo haría ¿contrataría a alguien para que nos diseñara un e-card? ¿Compraría alguna que encuentre en internet? ¿Compraría una en papel y la digitalizaría? ¡Uff, muchas opciones! Hasta que, mientras sacaba un poco la vuelta y me decidía, vi un «ramillete de manitos» que me hizo la Sofi estando en el jardín para un día de las madres y dije -esto lo tengo todavía a pesar de que ha pasado mucho tiempo- y fue en ese momento cuando decidí que tenía que diseñarla yo, porque la verdad es que esa e dmi mejor manera de expresar el cariño, tomándome el tiempo de hacer algo con mis propias manos, independiente de si queda tan pro o linda como una comprada o hecha por un profesional. Sé usar algunos programas de diseño y no hay nada mejor para demostrar el amor que algo homemade.
Miré en Pinterest (¡bendito Pinterest!) como eran generalmente las e-card, los portes, estilos y formatos, porque era la primera vez que me embarcaba en este tipo de proyecto y quería que quedara lo mas prolija posible. Mi idea era que tuviera un mensaje simple y corto, para no aburrir a nadie leyendo un mensaje eterno y un espacio para poner una foto nuestra. Cuando la tuve lista, me emocione tanto que empece a probar distintas ideas con la misma disposición de fondo y terminé creando 4 diferentes. Las hice con 3 colores distintos de fondo, unas mas tipo Año Nuevo y las otras mas Navideñas. Estoy tan contenta con mi trabajo que quiero compartirlo con ustedes. Pueden descargar las tarjetas, están en .jpg y tienen el porte de tarjeta de invitación de Canva para que las usen de fondo y puedan poner la foto de sus familias o de ustedes en el espacio en blanco.
¡Felices Fiestas!
Acá están los 4 diseños «en blanco» para que puedan descargarlos.